En El Salvador han sido capturados más de 50 mil pandilleros, y en menos de seis meses se construyó un sorprendente centro penitenciario, tal vez, el más grande del mundo.

Este gigantesco búnker penitenciario de 70.000 metros cuadrados tendrá, bajo estrictas condiciones de seguridad, a los pandilleros más peligrosos del continente, que por décadas sembraron el terror en el país.  

Con la promesa de enfrentar a las organizaciones criminales, llevarlos a prisión.  El presidente Nayib Bukele, ordenó construir una cárcel, exclusivamente, a la reclusión de los integrantes de las pandillas MS13 y Barrio 18.

Los controles son, en extremo, estrictos. Los pandilleros capturados en el marco de la estrategia de control territorial del Gobierno de El Salvador, no tendrán nunca visitas ni de familiares o amigos. Estarán completamente aislados en ocho pabellones y celdas vigilas desde el techo, el suelo y por cámaras de seguridad.